¿Reducción del Estado o Estado gendarme?

• El siglo, martes 13 de mayo de 2025 

Anayansi Turner

El gobierno se ha planteado como meta la “reducción del Estado”, bajo el entendido de que “achicarlo” lo hace más eficiente y le genera ahorros. Para tal fin ha explicitado la eliminación y fusión de instituciones públicas que supuestamente tienen funciones similares.

De esta manera, el Presidente ha señalado que están en la mira el Banco Hipotecario, el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA), Bingos Nacionales, Correos Nacionales, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNIAF) y el Ministerio de la Mujer; así como también en esa línea reduccionista se busca aprobar una nueva ley de carrera administrativa (¿que permita destituir más fácilmente?).

Lo preocupante de estos anuncios es que se hacen un tanto de manera improvisada, por razones demagógicas y sin darle participación a los sectores posiblemente afectados por tales decisiones y que son mayoritarios, como lo son: la niñez y adolescencia, mujeres y pequeños y medianos productores.

La niñez y adolescencia representan el 30% de la población panameña; las mujeres, el 50.4%; los pequeños y medianos productores son los que dominan la explotación agropecuaria en Panamá, por lo tanto, vitales para la sostenibilidad alimentaria del país.

Otra preocupación gubernamental expresada es la existencia de botellas, sin embargo, la planilla estatal no ha parado de crecer.

Un régimen que niega la posibilidad del diálogo frente a las medidas antipopulares que hoy concitan las protestas públicas, quizás cree que su legitimidad fue asegurada para todo el período con el 34% de los votantes y que su estabilidad está garantizada con los acuerdos firmados con EU. Sin embargo, pierde de vista el consejo de Maquiavelo a los gobernantes: “La mejor fortaleza que un príncipe puede poseer es el afecto de su gente”; o lo que Gramsci afirmara de una manera realista: “El poder es un centauro: mitad coerción, mitad legitimidad”.

Obviamente que no se trata de un estado de bienestar, garantizador de servicios sociales a la población. Pero es que la reducción del Estado no se entiende al estilo de un estado liberal decimonónico ni de un estado neoliberal que han combinado economía de libre empresa con estado abstencionista y privatizador, pero resguardador de libertades individuales, incluyendo libertades de reunión y expresión. Se trata de un estado gendarme en el sentido literal del término, que preserva la plutocracia a través de la represión y el control social, garantizados por la fuerza “policial” y las bases militares norteamericanas.