El poder y la degradación personal
Detentar poder produce una satisfacción personal muy especial, más allá de tener dinero Detentar poder produce una satisfacción personal muy especial, más allá de tener dinero. Con dinero podemos adquirir bienes materiales. Con mucho dinero podemos hacer realidad casi cualquier capricho. Pero con poder podemos disponer de personas y tener reconocimiento social, sobre todo, cuando este poder se ejerce verticalmente y en las más altas esferas políticas y económicas. Hay espacios de poder de diverso tipo (en el hogar, en el trabajo, en el gremio o partido, en el gobierno, etc.), y no necesariamente están asociados al dinero. Ejercer, por ejemplo, autoridad en el hogar por ser jefe de familia. Lo importante es que el poder se ejerza de manera consensuada y no abusando de los demás. Sin embargo, el poder político está asociado al poder económico. Dado nuestro sistema electoral, solo las personas con muchos recursos económicos —salvo excepciones contadas— pueden acceder al poder p...