En el 70o Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

El reconocimiento y protección internacional de la dignidad humana


El Siglo, martes 11 de diciembre de 2018 

Su origen tiene que ver con el compromiso adquirido por las naciones del orbe, en la Carta de la ONU

Este 10 de diciembre se conmemoró el 70º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual representa una toma de conciencia general acerca de la importancia del respeto de la dignidad humana. Su aprobación lamentablemente se dio a posteriori de la 2ª Guerra Mundial, con todas las secuelas de pérdidas de vidas humanas y discriminación superlativa que la misma trajo consigo.
La Declaración recoge en sus 30 artículos la tradición occidental de los derechos de libertad y los llamados derechos de igualdad del mundo socialista; ha sido piedra angular para el desarrollo de una multiplicidad de convenios internacionales de derechos humanos tanto generales como específicos, realizando una contribución esencial a la paz mundial y a la vigencia del Estado de Derecho.
Su origen tiene que ver con el compromiso adquirido por las naciones del orbe, en la Carta de la ONU (1945), de garantizar la paz y seguridad internacionales, así como el respeto de los derechos humanos.
En efecto, en el seno de la ONU se constituyó una Comisión de Derechos Humanos que redactó la Declaración, aprobada finalmente en 1948. Dice Malik, miembro de dicha Comisión, que ‘la Declaración representaba el cumplimiento de una promesa de la Carta de las Naciones Unidas, que mencionaba los derechos humanos 7 veces, pero no especificaba qué eran o cómo debían protegerse' (Pérez Jaramillo, Rafael. Idealismo Universal, Litho Editorial Chen, 2014, p. 112).
Aunque el texto de la Declaración fue síntesis de muchísimos documentos y, sobre todo, del ‘clamor de justicia de los pueblos' a lo largo de siglos (como lo fue la célebre Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano producto de la revolución francesa), destacamos especialmente los aportes esenciales de un panameño, Ricardo J. Alfaro, quien presentó proyecto de Declaración a la ONU (1945 y 1946), en su calidad de Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, mismo que fue utilizado como base de la discusión, junto al de Chile, en la elaboración final de la Declaración Universal, según Humphrey, otro miembro de la Comisión de Derechos Humanos (op. cit, p. 106).
La violación reiterada de los derechos humanos en la realidad cotidiana de los países y el doble discurso de los políticos en esta materia, no anula su validez como arsenal de defensa de nuestra dignidad y paradigma social.
Anayansi Turner
Abogada y docente universitaria

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