Cuidemos a nuestros viejitos: ¡ubasute no!

El Siglo, martes 7 de abril de 2020 

Los grandes avances tecnológicos deben posibilitar una vida mejor a todos sin distinción, superando las grandes desigualdades económicas y sociales

Los grandes avances tecnológicos deben posibilitar una vida mejor a todos sin distinción, superando las grandes desigualdades económicas y sociales. Sin embargo, han estado supeditados al interés del lucro privado.

La pandemia actual nos ha permitido ver la realidad. En las naciones donde se desmejoraron o nunca existieron los sistemas públicos de salud ha sido más difícil hacerle frente al coronavirus. Y la selectividad de atención se da tristemente por nivel de ingresos y edad. Los países asiáticos, que han puesto la tecnología al servicio de la salud de sus ciudadanos, han manejado mejor la crisis sanitaria.

El ubasute es una práctica que, según la leyenda, en el antiguo Japón, por razón de sequía o hambruna, obligaba a las familias a abandonar al padre o madre de avanzada edad o a un familiar enfermo, en un lugar desolado para dejarlo morir. Este drama humano es narrado por el literato japonés Shichiro Fukazawa, en la novela ‘La balada del Narayama', de 1956.

Las personas mayores de 65 años, sobre todo, con enfermedades subyacentes como diabetes, hipertensión y otras, son las de mayor riesgo frente al COVID-19. Ellas son 625 millones de personas, o sea, el 8.6% a nivel mundial (BM, 2018), siendo altas las tasas en Japón (28%), la UE (20%), China (11%). En Panamá alcanza el 8%. Y esto no es casual porque ahora se vive más que antes.

Ahora bien, los testimonios trágicos recibidos de España e Italia dieron cuenta de que, ante el colapso de sus sistemas sanitarios, por falta de camas e insumos, había que sacrificar a adultos mayores por sus inferiores posibilidades de sobrevivir en comparación con los jóvenes. ¡Ubasute en época de coronavirus!

Se atribuye a Christine Lagarde, ex Directora del FMI, la frase: ‘Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía mundial. Tenemos que hacer algo y ya' (2012). Esperemos que éste no sea el trasfondo de una posible teoría de la conspiración en el origen del coronavirus.
Aún no llegamos al pico de la curva de contagios, y escasean los respiradores artificiales y camas en las UCIs, en los hospitales. El 72% de los muertos por el virus son personas mayores de 60 años.

¡Cuidemos a nuestros viejitos. Nos dieron la vida y son fuente de la sabiduría centenaria de nuestro país. ¡No al UBASUTE en Panamá!

ANAYANSI TURNER
ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA