Gandásegui o la voz afinada en el justo tono del ser humano

El Siglo, martes 28 de abril de 2020 

En el año 2013 fui invitada a participar en una mesa redonda organizada por el Centro de Estudios Latinoamericanos ‘Justo Arosemena'

En el año 2013 fui invitada a participar en una mesa redonda organizada por el Centro de Estudios Latinoamericanos ‘Justo Arosemena', cuyo Director era Marco Gandásegui hijo, sobre ‘Las tareas del intelectual panameño', en el marco de la IV Feria Internacional del Libro.

Allí desarrollamos la temática con base en la óptica de los derechos humanos (ddhh). Señalamos que la plena realización de éstos le da contenido al paradigma por el cual luchan los intelectuales ‘orgánicos' (al decir de Gramsci) al servicio de los sectores más necesitados de la sociedad.

Después de analizar el abordaje de los ddhh en la Revista ‘Tareas' (que cumple 60 años este 2020), hacíamos un perfil del intelectual panameño, de los retos que éste debe asumir en el campo de los ddhh:

• Partir de la práctica para hacer teoría, pero volver a la práctica para validar los análisis teóricos
• Conducirse con ética
• Promover el trabajo en equipo e interdisciplinario
• Desarrollar investigaciones y promover mecanismos judiciales nacionales e internacionales para saldar deudas sociales con las víctimas
• Contribuir a elevar el nivel de conciencia social sobre temas claves en materia de ddhh
• Desarrollar un amplio y significativo sentido de solidaridad con sectores vulnerables
• Construir consensos a favor de sectores populares, con actitud pluralista y de apertura permanente al diálogo
• Que el sentido de compromiso o la posible afiliación partidista o gremial no significasen posturas sectarias que afectase el apoyo a las mayorías populares.

En síntesis, considerábamos que las tareas del intelectual panameño, para este siglo XXI tenían que ver con la ‘indignación ética', más allá de la razón y de la ciencia, es decir, de la pasión que nos mueve a actuar ‘por la justicia y por la redención de los excluidos… La ciencia política vendrá siempre en un segundo momento para apoyar la opción inicial', como señalara Luis Pérez Aguirre, jesuita uruguayo (2000).

Ahora me doy cuenta que en ese entonces estaba describiendo, entre otros, a Marco Gándásegui, cuya inesperada desaparición física hoy lamentamos, quien, a través de la cátedra universitaria, la investigación social y el activismo político, se desen volvió como intelectual comprometido con los ddhh de todos los panameños, como dijera el poeta español León Felipe, ‘con la voz afinada en el justo tono del ser humano'.

ANAYANSI TURNER

ABOGADA Y DOCENTE EN UP