Pérez Esquivel: a 40 años del premio Nobel

 

Pérez Esquivel: a 40 años del premio Nobel


El Siglo, martes 8 de diciembre de 2020 

Hemos tenido el privilegio de conocer a Adolfo Pérez Esquivel, quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 1980

Hemos tenido el privilegio de conocer a Adolfo Pérez Esquivel, quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 1980, por su trayectoria en defensa de los derechos humanos violentados por las dictaduras militares que padecía la región en los años setentas y, en especial, su país natal, Argentina.

Cuando recibió tal distinción señaló lo siguiente: ‘… lo asumo en nombre de los pueblos de América Latina, en particular de los pobres y de todos aquellos comprometidos con sus pueblos…'.

Y en estos 40 años ha sido profundamente coherente con estas palabras.

El reclamo por los detenidos, desaparecidos y asesinados, así como la promoción de redes de apoyo y de un movimiento pacifista y en pro de los derechos humanos en el subcontinente, costándole carcelazos y medidas de ‘libertad vigilada', le valió el Nobel, así como ser designado en el Comité Ejecutivo de la Asamblea Permanente de la ONU sobre Derechos Humanos.

No obstante, Pérez Esquivel siguió trajinando a favor de los oprimidos en las últimas 4 décadas, ya sea participando en numerosas misiones internacionales, intercediendo por detenidos políticos, cuestionando arbitrariedades en su país natal y a lo largo y ancho de la región o abogando por la paz ‘como dinámica de vida'.

Todo el estipendio económico recibido en concepto del Premio Nobel lo invirtió en las ‘Aldeas de Jóvenes por la Paz', las cuales tuvimos oportunidad de visitar. Las mismas están ubicadas en el conurbano bonaerense y son reconocidas como centros de formación profesional. Atienden a 200 jóvenes provenientes de hogares humildes diariamente, donde, además de adiestrárseles en oficios artesanales o productivo-agropecuarios, reciben una educación para la paz y los derechos humanos, con alimentación y transporte gratuitos, concebida para coadyuvar tanto al desarrollo familiar como local.

Actualmente es titular de la Cátedra Libre ‘Educación para la Paz y los Derechos Humanos' en la Universidad de Buenos Aires y Presidente Honorario del Servicio de Paz y Justicia de América Latina. Cuando visitó nuestro país, en el 2004, se le dieron sendos reconocimientos en la Alcaldía del distrito capital y en la Universidad de Panamá.

Aún sus palabras dichas en el Paraninfo Universitario resuenan en nuestros oídos, sobre todo, ahora, en pandemia: ‘No hay que bajar los brazos, el que baja los brazos es porque está vencido, porque ya le perdió el sentido a la vida'.

ANAYANSI TURNER

ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA

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