Hacia un nuevo sistema electoral

El Siglo, martes 14 de septiembre de 2021 

No nos sorprenden las contradicciones que se manifestaron esta semana entre los Magistrados de dicho Tribunal y los diputados integrantes de la Comisión de Gobierno

Cada 5 años la historia se repite: la propuesta de reformas electorales que presenta la Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE), integrada por el Tribunal Electoral, los partidos políticos y algunos miembros de la sociedad civil, es modificada al seno de la Asamblea Nacional, a su antojo.

Por lo tanto, no nos sorprenden las contradicciones que se manifestaron esta semana entre los Magistrados de dicho Tribunal y los diputados integrantes de la Comisión de Gobierno, que llevaron a los primeros a anunciar su retiro de las sesiones de primer debate del Proyecto 544 que se discutía, y a señalar que las modificaciones que los segundos hacían al mismo eran un ‘retroceso'.

La revisión de los primeros 150 artículos del Proyecto, por parte de los diputados, y la introducción de modificaciones, iban dirigidas a flexibilizar la fiscalización del financiamiento público electoral; a duplicar los topes de gastos de campaña; a limitar las candidaturas independientes al reducir al mínimo el tiempo de recolección de firmas; a permitir que una sola persona se postule a varios cargos; a excluir al Tribunal de la organización de elecciones internas de los partidos; a mantener el fuero penal electoral; a permitir que los delegados puedan por mayoría convocar a sesiones extraordinarias del partido; a considerar como propaganda electoral todo lo que se divulgue en redes sociales a favor o en contra de algún candidato, limitando la libertad de expresión ciudadana; a mantener la posibilidad de que el partido acuda a postular varones si la secretaría de la mujer certifica que la participación femenina es inferior a la paridad establecida, entre otras cosas.

Y no es que el Proyecto 544 emanado de la CNRE fuera la panacea y dirigido a eliminar los males de la partidocracia imperante, sino que introducía algunos cambios cosméticos requeridos para apaciguar el descontento de la ciudadanía con los excesos de los políticos en el poder.

Estas contradicciones llevaron al Presidente de la República a llamar a un diálogo entre los Presidentes de ambas entidades, para salvar la crisis política en ciernes.

Somos firmes creyentes que el sistema electoral actual debe ser objeto de profundos cambios, los cuales sólo se podrán lograr vía una Constituyente de plenos poderes, donde se erradique la partidocracia y el clientelismo como fuentes perennes de corrupción, y se sienten las bases de una real democracia participativa.

ANAYANSI TURNER

ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA