Chile: la necesidad de un nuevo pacto social persiste
Chile: la necesidad de un nuevo pacto social persiste
El pasado domingo, el pueblo chileno rechazó la propuesta de nueva Constitución redactada por la Convención Nacional Constituyente
El pasado domingo, el pueblo chileno rechazó la propuesta de nueva Constitución redactada por la Convención Nacional Constituyente, con un 62% de los votos, por encima del 38% que estaba por el ‘Apruebo'.
Producto del estallido social de octubre de 2019, ocasionado por el descontento acumulado de la población en torno a su situación de depauperización creciente y su inaccesibilidad a servicios públicos básicos, el gobierno de Piñera a través de los partidos políticos del Congreso firman un ‘Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución', que delimita la hoja de ruta para la firma de un nuevo pacto social.
La misma contemplaba un plebiscito a la ciudadanía acerca de si quería o no una nueva Constitución y qué tipo de órgano debería redactarla (si una Convención Mixta o una enteramente nueva), consulta que se realizó el 25 de octubre de 2020 y donde el 78% de los votantes se decidieron por una nueva Carta Magna redactada por constituyentes escogidos por sufragio. Mandataba, entonces, su elección, la cual se efectuó en mayo de 2021. De esta manera la Convención Constituyente quedó conformada paritariamente por 155 hombres y mujeres y con escaños reservados (17) a pueblos originarios. Y finalmente, la redacción del propio texto que se concluyó el 4 de julio pasado, para luego proceder al plebiscito de este 4 de septiembre, donde se aprobaría o rechazaría.
El texto constitucional sometido a consulta constaba de 388 artículos y pretendía sustituir la Constitución pinochetista de 1980. Concibe a Chile como un Estado social y democrático de derecho, plurinacional, intercultural y asentado en una democracia inclusiva y paritaria. Sustituye el Senado por una Cámara de las Regiones, manteniendo la Cámara de Diputados. El Sistema Nacional de Justicia reemplaza al Poder Judicial. Consagra un amplísimo catálogo de derechos humanos, estableciendo sistemas nacionales públicos de salud universal y de seguridad social, la paridad, los derechos de la naturaleza, al agua, a una vivienda digna, a la ciudad y al territorio, al emprendimiento, al aborto, la protección de los animales, entre otros.
Aunque la propuesta constitucional fue rechazada, se realizaron 3 consultas populares en 2 años y se integró paritariamente la Convención Constitucional, creando precedentes importantes a nivel mundial. Esta experiencia –no exenta de errores- debe servir para enriquecer el nuevo proceso constituyente que se convoque en la dirección de fortalecer la democracia participativa y satisfacer las demandas sociales.
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