La Neutralidad en la Constitución


La neutralidad en la Constitución



El Siglo, martes 27 de septiembre de 2022
Anayansi Turner
abogada y docente universitaria

Destacamos este aporte de Miguel Ramos, sobre la neutralidad en la Constitución

El pasado 20 de septiembre falleció el economista y dirigente popular, Miguel Ramos, con quien tuve oportunidad de intercambiar acerca del tema de la Constituyente, en los últimos 2 años, a raíz de la conformación del Frente Pro Constituyente Originaria, el 7 de noviembre de 2019.

Asesor político y económico de la Federación Unitaria de la Clase Trabajadora (FUCLAT), Miguel consideraba que el llamamiento a una Constituyente Originaria estaba justificado por la existencia de una crisis de larga duración del modelo transitista que rige en el país; así como por el agotamiento del ciclo político pos invasión caracterizado por la severa descomposición del sistema político partidocrático, profundamente corrupto. La Constituyente, según sus propias palabras, sería la ‘vía que facilite una amplia participación de toda la sociedad panameña para dar paso a un amplio acuerdo sobre la sociedad que queremos en el siglo XXI'.

Ese análisis del contexto político y económico fue su aporte al documento constitutivo del Frente, a su vez, su insistencia en que se recogiera la neutralidad de Panamá dentro de los principios mínimos que debía contener la nueva Constitución, como los siguientes: Estado constitucional democrático y social de derecho; soberanía y autodeterminación; democracia participativa y en armonía con la naturaleza; equilibrio de poderes, respeto a la institucionalidad y desburocrarización; Estado plurinacional y multiétnico; respeto y fortalecimiento de los derechos humanos; justicia y equidad; desarrollo sostenible y sustentable.

En su concepto, la declaratoria constitucional de la neutralidad del país sería la forma más adecuada de zanjar de una vez por todas las debilidades del Tratado de Neutralidad del Canal, el cual pone a éste bajo la protección y defensa exclusiva de los EU, haciéndolo un objetivo mlitar de represalia a eventuales enemigos de esta potencia. Esta declaratoria sería cónsona también con el Tratado de Tlatelolco de 1967, que obliga a la desnuclearización de América Latina, incluyendo a Panamá y, por ende, al Canal.

Como país soberano procede la declaratoria de neutralidad de nuestro territorio a través de la Carta Magna, tal como se ha hecho con respecto a vías marítimas internacionales, lo que anularía en la práctica el Pacto de Neutralidad del Canal de Panamá, con sus enmiendas y reservas, que según el propio Torrijos, firmante del mismo, colocaría a Panamá, ‘bajo el paraguas del Pentágono'.

Destacamos este aporte de Miguel Ramos, sobre la neutralidad en la Constitución.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Acoso sexual en la UP

Elecciones: entre el clientelismo y la libre postulación

La abogacía y el examen profesional