En el 87o Aniversario de la UP

 

En el 87º aniversario de la UP





El Siglo, martes 11 de octubre de 2022 
Anayansi Turner
abogada y docente universitaria

El 7 de octubre pasado se cumplieron 87 años de la inauguración de la primera Casa de Estudios, la Universidad de Panamá.

El 7 de octubre pasado se cumplieron 87 años de la inauguración de la primera Casa de Estudios, la Universidad de Panamá, creada a través del Decreto No 29 del 29 de mayo de 1935.

La conmemoración siempre ha sido con respecto a la fecha en que inicia su funcionamiento y no en la fecha en que formalmente fue creada, lo cual tiene sentido tomando en cuenta que en países como el nuestro, el estado de derecho tiene muchas grietas, dándose situaciones donde el mandato legal se convierte en letra muerta o su cumplimiento se hace a conveniencia o se pospone inexplicablemente.

Sirva la ocasión para reflexionar brevemente sobre la necesidad de reformas a la Ley Orgánica de la UP en los siguientes aspectos:

• Eliminar la reelección indefinida de autoridades, que consideramos es la base de la estructura clientelista universitaria. El interés por la misma demuestra la prelación que ha tenido la preservación y control del poder político a lo interno, por encima de la actividad académica en sí.

• Revisar el sistema de ponderación electoral según el cual el voto del docente equivale a 6 votos del administrativo y 2 del estudiante, no sólo por ser inconstitucional (viola la igualdad del voto), sino porque fortalece la centralización de poder asentada en un cuerpo privilegiado de profesores (catedráticos) por encima del resto de la comunidad universitaria.

• En cuanto a los llamados órganos de gobierno no deben seguir siendo simulacros de participación reunidos para avalar decisiones de las autoridades y asegurar cuotas de poder de segmentos organizados, sino ser espacios de debate y toma de decisiones, realmente libres y democráticos.

• Consignarse cambios a la Ley y a la Constitución donde se destine el 1% del PIB para ciencia y tecnología y el 6% para la educación, del cual el 2% mínimo sea para la educación superior. Los recortes actuales son preocupantes. El artículo 104 constitucional (que viene del texto de 1946) habla de que el Estado debe dotar a la Universidad de los medios necesarios para ‘acrecentar' su patrimonio que le dé autonomía económica. Y luego, los propios constituyentes redactaron la Ley Orgánica (que se retomó en la Ley 8 de 1981) que estableció que las partidas ‘no podrían ser inferiores a las del año anterior', frase declarada inconstitucional injustificadamente.

No se trata simplemente de enorgullecernos por el diploma No 300,000 o pregonar en altavoz que somos ‘conciencia crítica de la nación', sin atender los problemas estructurales internos, a los cuales se comprometen las autoridades en campaña y luego se olvidan.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Acoso sexual en la UP

Elecciones: entre el clientelismo y la libre postulación

La abogacía y el examen profesional