La violencia contra la mujer y la sororidad

La violencia  contra la mujer y la sororidad 


El Siglo, martes 29 de noviembre de 2022 
Anayansi Turner
abogada y docente universitaria

A pesar de la existencia de instrumentos legales para prevenir y atender esta problemática, se han incrementado significativamente los casos en el país

 “Sororidad” viene del término latín “soror” que significa “hermana”.   A diferencia de “fraternidad” que proviene de “frater” que significa “padre, varón, patriarca”.

Se trata de un concepto político que se refiere al apoyo mutuo entre mujeres.  Marcela Lagarde nos dice que es la “alianza feminista entre las mujeres para cambiar la vida y el mundo con un sentido justo y libertario”.

En la biología se ha esbozado la llamada “hipótesis de la abuela” que atribuye a la misma, el aumento de la longevidad en el ser humano por la función que ha cumplido en la supervivencia de la especie (el cuidado de nietos) a lo largo de generaciones.   Asimismo es invaluable el papel de la mujer en el mantenimiento y recomposición del tejido social, en particular su voz de aliento y apoyo en situaciones de crisis y, sobre todo, con respecto a otras mujeres que viven situaciones de violencia.  Con esto no queremos justificar el rol social diferenciado y de sojuzgamiento que le ha tocado jugar a la mujer en una sociedad patriarcal, sino destacar su extraordinario aporte al desarrollo de la humanidad.

A pesar de la existencia de instrumentos legales para prevenir y atender esta problemática, como la Convención de Belém do Pará, la CEDAW, el Convenio 190 de la OIT, la Ley de Igualdad de Oportunidades, La Ley 82 de 2013, la Ley 7 de 2018, se han incrementado significativamente los casos en el país, de tal manera que en el año se han dado cerca de 15,000 denuncias de violencia doméstica (el delito de más incidencia); más de 5,000 casos de violación y otros delitos sexuales; y 21 femicidios, calculándose a nivel internacional, que por lo menos 1 de cada 3 mujeres sufre violencia física o sexual, lo que pudiera estar afectando a cerca de 450,000 panameñas mayores de 15 años en algún momento de su vida.

Ante la incapacidad del gobierno de elaborar políticas públicas consistentes en esta materia y el incumplimiento flagrante de la Ley, es necesario que las mujeres desarrollemos la sororidad de manera organizada y unitaria, promoviendo prácticas dirigidas a hacerle frente a la violencia en los ámbitos familiar, escolar, laboral y social. 

Tal como hizo un grupo de estudiantes mujeres de la Facultad de Derecho de la Universidad nacional, que ante la inexistencia de protocolos de atención en esa Casa de Estudios como mandata la Ley 7 de 2018, la inacción de las autoridades, y el comportamiento acosador de vieja data de un docente que fracasa a las estudiantes con ánimo de que le reclamen y las cita en su oficina para hacerles el chantaje de sexo por calificación, decidieron acudir TODAS JUNTAS, para no dar pie al acoso individual.  

¡Ni una víctima más!  ¡Si tocan a una respondemos todas!



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