Mujer, rompe el círculo de la violencia

El Siglo, martes 27 de noviembre de 2018 

Tradicionalmente la sociedad se había conducido bajo la premisa de que ‘en pelea de hombre y mujer nadie se debe meter´

El 25 de noviembre se conmemoró el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en homenaje a las hermanas María Teresa, Patria y Minerva Mirabal, quienes fueron víctimas de la dictadura de Trujillo, en República Dominicana.

Tradicionalmente la sociedad se había conducido bajo la premisa de que ‘en pelea de hombre y mujer, nadie se debe meter'. Sin embargo, al observarse una alta tasa de agresiones hacia las mujeres en el ámbito doméstico, se vio la necesidad de crear nuevas figuras delictivas más allá de las ‘lesiones personales' u ‘homicidios'.

Es así como el Estado entra a tipificar penalmente la llamada violencia intrafamiliar o doméstica, a través de las Leyes 27 de 1995 y 38 de 2001, sancionando al agresor con pena de prisión de 1 a 3 años y permitiendo a la autoridad competente adoptar medidas de protección a las víctimas. Luego, para atacar el fenómeno de la multiplicidad de mujeres asesinadas a manos de sus parejas, se expide la Ley 82 de 2013, que tipifica el femicidio, con sanción de 25 a 30 años de prisión.

Especialistas señalan que la violencia contra la mujer se manifiesta de forma cíclica, con lapsos de afectividad y calma hasta situaciones en que se pone en peligro la vida misma de la mujer, identificando claramente tres fases: a) de tensión, caracterizada por una violencia verbal y agresiones físicas ocasionales; b) de agresión, en la cual estalla la violencia física, sicológica o sexual; c) de conciliación o luna de miel, en la cual el agresor suele pedir perdón, mostrándose amable y cariñoso, volviendo después a la fase inicial y repitiéndose todas, una y otra vez.

Asimismo se ha elaborado un perfil del agresor: aparte de ser de confianza de la mujer, es intolerante, con una personalidad obsesiva y controladora; trata de alejar a la mujer de su familia y amigos; utiliza la descalificación para afectar su autoestima; tiene trastornos narcisistas y paranoides de la personalidad.

Ante este tipo de situac iones es importante que la mujer rompa el círculo de la violencia, primero, siendo consciente de su situación; segundo, buscando ayuda y orientación; y tercero, denunciando los hechos de violencia de que es víctima a través de las autoridades competentes. Las relaciones de pareja más satisfactorias son aquéllas donde existe respeto mutuo e igualdad en derechos y obligaciones.

Anayansi Turner

Abogada y docente universitaria