LUIS CARLOS JIMÉNEZ O LA SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL

Luis Carlos Jiménez o la solidaridad intergeneracional



El Siglo, martes 22 de enero de 2019 
El plato estaba servido, a pesar de que el punto no figuraba en la agenda oficial del CGU
Corría el 17 de julio de 2013 y el Rector de la Universidad de Panamá había convocado a sesión del Consejo General Universitario para que avalase decisión arbitraria de separarme ‘provisionalmente' del cargo de Defensora de los Universitarios, al cual había sido escogida por más de 100 representantes de los diversos estamentos universitarios el año anterior, por un período de 5 años, sin existir ningún hecho con sustento legal que justificase tal medida, salvo el afianzamiento del poder omnímodo del señor Rector en la Casa de Méndez Pereira.
Existía un ambiente tenso e imperaba un silencio forzado. A los medios de comunicación se les había prohibido la entrada a pesar de ser una sesión ‘pública'. El plato estaba servido, a pesar de que el punto no figuraba en la agenda oficial del CGU: mi separación contaba con los votos requeridos, obtenidos mediante vil coacción o vergonzoso chantaje. El debate no estaba permitido, sólo se trataba de alzar la mano en gesto de aquiescencia. El Secretario General leyó 3 largas Resoluciones en mi contra, una a una, ignorando mi solicitud de hacer uso de la palabra y que se atendiera la presentación de mis recursos legales. Sólo la profesora Nereida Herrera, representante de los docentes de la Facultad de Medicina pidió insistentemente la palabra para que se me diera cortesía de sala, y fue ignorada rampantemente. Sin embargo, de fuera de la U, la dirigente de El Chorrillo, Elena Turner, y el poeta, Luis Carlos Jiménez, lograron colarse para gritar a todo pulmón: ‘¡Domingo H. Turner, presente!', haciendo alusión a la trayectoria combativa de mi abuelo e infundiéndome coraje y aplomo.
Luego vino la privación definitiva del sustento y la denigración profesional. ‘Tirada al aire', me sentí, tal como describiera Diana Morán el duro exilio vivido por patriotas panameños, a raíz del golpe de Estado de 1968. Aunque la situación fue superada en el 2016, no olvido a quienes me extendieron su mano solidaria de manera rotunda, tal como lo hiciera don Jiménez Varela, a pesar de sus discrepancias políticas con mi progenitor después del Golpe.
Fue la misma solidaridad intergeneracional que sentí por parte de los amigos y excompañeros de lucha de mi padre, quienes siempre estuvieron velando por mi bienestar, mientras duró su exilio y aún después de su desaparición física. ¡Descanse en paz, poeta!
Anayansi Turner
Abogada y docente universitaria

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Acoso sexual en la UP

Elecciones: entre el clientelismo y la libre postulación

La abogacía y el examen profesional