POR UNA POLÍTICA MIGRATORIA ORDENADA, SEGURA Y REGULAR

Por una política migratoria ordenada, segura y regular


El Siglo, martes 23 de julio de 2019 
Sin embargo, el descontrol ocasionado por las crisis migratorias que azotan el orbe... también han alcanzado a Panamá
Hemos tenido una política laxa en materia migratoria, quizás por ser un lugar de tránsito o donde se construyó y amplió el Canal. También ha sido foco de atracción de foráneos por su crecimiento económico en los últimos años.
La flexibilidad en su política migratoria ha ido en 2 direcciones: por un lado, facilitar la inversión externa con la llamada visa de inversionistas y la visa de ‘países amigos'; y por otro, proveer mano de obra barata fundamentalmente centroamericana, colombiana y venezolana, al empresariado local, afectando a la empleomanía nacional.
Sin embargo, el descontrol ocasionado por las crisis migratorias que azotan el orbe y que se originan por guerras, violencia de pandillas, carencias económicas, persecuciones políticas, desastres naturales, cambio climático, etc. también ha alcanzado a Panamá.
Las ferias migratorias pretendieron resolver temporalmente la situación de una mano de obra extranjera ilegal, no obstante, fue fuente de corrupción por parte de las autoridades gubernamentales.
Aunque la migración internacional sólo ha representado entre el 2.5% al 3.5% de la población mundial en los últimos 50 años y su aporte al desarrollo económico de los países ha sido muy importante, los especialistas consideran que nos encontramos en una ‘primera fase de una previsible explosión de migraciones múltiples', donde sólo 10 países de destino reciben al 60% de los migrantes internacionales y donde la ‘fuga de cerebros' se dirigen fundamentalmente a 4 países desarrollados.
Conscientes de que es un problema complejo que debe ser abordado multilateralmente, pensamos que nuestra política migratoria no puede ser de apertura total (propia de naciones de bajo crecimiento de población), ni de tolerancia ‘cero' tal como es esgrimida por Trump y que puede ser fuente peligrosa de crímenes de odio. Tampoco, como dice el Banco Mundial, que ‘obre a favor de las fuerzas del mercado laboral' porque se sacrificaría al trabajador nacional.
Consideramos que nuestra política migratoria debe ser planificada, producto de un amplio diálogo de todos los sectores. Debe ser ordenada, segura, regular y responsable, tal como se establece en la Meta 10.7 de los ODS. Debe ser selectiva y de mayor rigurosidad según necesidades de mano de obra por sector económico y según competencia y experiencia laboral, que se desprenda de un plan de desarrollo nacional y que sea respetuosa de los derechos humanos.
ANAYANSI TURNER
ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA

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