100 AÑOS DE WEIMAR
100 años de Weimar
El Siglo, martes 26 de noviembre de 2019
Este año 2019 se cumplen 100 años de la aprobación de la Constitución alemana de Weimar, la cual cobra un relevante significado en la historia del constitucionalismo mundial, pues dio paso al régimen republicano en Alemania, por un lado; y, por el otro, dio origen al constitucionalismo social, junto con las Cartas Magnas mexicana de 1917 y soviética de 1918.
Esta Constitución que estuvo vigente por 14 años (1919-1933), en el período entre guerras, convirtió en ciudadanos, a los súbditos del Imperio; y al pueblo alemán, en soberano. Fue un auténtico pacto social entre sectores conservadores (militares e industriales) y los sindicatos, dominados por la socialdemocracia, donde éstos cedieron el poder económico, a cambio de garantías laborales.
La Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Carta de Weimar fue escogida por sufragio popular a inicios de 1919. Debía transformar Alemania, de monarquía a república democrática, resolver los problemas de inestabilidad política (asonadas militares y consejos obreros por todo el territorio) y crisis económica, a través de este gran acuerdo nacional.
Uno de sus grandes postulados en su texto final, adoptado el 11 de agosto de dicho año, fue el de la soberanía popular, expresado en su Preámbulo: ‘El pueblo se ha dado esta Constitución' y ‘El poder del Estado emana del pueblo'. Según Carl Schmitt, esto significa que el único titular del poder constituyente es el pueblo y que la Asamblea Nacional que lo representa y que redacta la Constitución es el único poder constituido, sin otros límites legales-constitucionales.
Además de consagrar el intervencionismo estatal en la economía y la función social de la propiedad, consagró un catálogo de derechos sociales, como los derechos a la vivienda, al patrimonio familiar, a la educación, al descanso, al salario, a la sindicación, a la huelga, a bolsas de trabajo, a participar en los Consejos de trabajo y de economía en las empresas, a los seguros sociales (protección de la maternidad, vejez, conservación de la salud y contra accidentes de trabajo), constituyendo un antecedente importante del ‘Estado de Bienestar' promovido en Europa concluida la Segunda Guerra Mundial.
El proceso constituyente de Weimar resulta ilustrativo, tomando en cuenta la coyuntura panameña actual en que amplios sectores de la población demandamos una Constituyente originaria, como mecanismo de resolver la crisis de institucionalidad y de representatividad política; así como reconocer su influjo en el constitucionalismo panameño.
ANAYANSI TURNER
ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA
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