¡NO ES NO!

¡No Es No!


El Siglo, martes 5 de noviembre de 2019 
SI ALGO HA QUEDADO CLARO... HA SIDO EL RECHAZO A LA CÁMARA LEGISLATIVA COMO VÍA PARA INTRODUCIR CAMBIOS A NUESTRA CARTA MAGNA
Si algo ha quedado claro de la persistente movilización que escenifica la población y, sobre todo, la juventud panameña, a raíz de la aprobación del primer acto constitucional relativo a las reformas constitucionales, ha sido el rechazo a la cámara legislativa como vía para introducir cambios a nuestra Carta Magna.
El pueblo clama por participación libre, amplia y democrática a la hora de concretar ese gran pacto social que debe ser la Constitución. No es un problema personal contra X o Y diputado, es la crisis del régimen electoral vigente que favoreció a la partidocracia con el mecanismo de cociente, medio cociente y residuo y enterró las candidaturas independientes; es la crisis de representación política donde los legisladores electos quedan respondiendo a los intereses económicos poderosos más que al electorado, por los mecanismos de clientelismo que se manejan en la Asamblea; es la crisis de valores políticos y morales, donde ya no se discute sobre la base de un sistema de ideas o visiones acerca de la realidad y el mundo, sino cómo ‘guardar las apariencias', es decir, mentirle descaradamente a la población, para llenarse los bolsillos. En síntesis, es una crisis de credibilidad total hacia el sistema político resguardado por la actual Constitución.
Esta crisis alcanza al Ejecutivo, por el presidencialismo excesivo imperante, el cual siempre ha conseguido doblegar al Legislativo, a través del tema presupuestario. Sin embargo, los diputados, tratando de demostrar ‘independencia', en vez de sentarse seriamente a valorar las bondades de un régimen parlamentario o semi-parlamentario, buscan aprovechar la oportunidad para obtener canonjías personales (ver propuesta de Fiscal Especial, libre nombramiento y remoción de Contralor- Defensor del Pueblo-Defensor Adjunto, ‘votos de censura' a los Ministros y su facultad de aumentar por sí solo el presupuesto del Estado).
Gracias a la opinión pública y movilización popular se pudo lograr echar para atrás los artículos lesivos a universitarios, a panameños nacidos en Panamá y al reconocimiento internacional de los derechos humanos.
Sin embargo, el clientelismo sigue imponiéndose en las aparentes contradicciones entre Ejecutivo y Legislativo y al seno de la propia Asamblea Nacional. Empecinarse el primero en aprobar en dos legislaturas el proyecto de la Concertación es desconocer la voz del pueblo que aspira a cambios de fondo y donde pueda ser actor directo en la redacción de su Constitución; es desconocer lo que ha dicho claramente: ¡No es No!
ANAYANSI TURNER
ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA

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