¿Y EL DERECHO HUMANO A LA EDUCACIÓN?

¿Y el derecho humano a la educación?



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El Siglo, martes 10 de diciembre de 2019 

Hoy 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, reflexionamos sobre uno de los derechos fundamentales.
Hoy 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, reflexionamos sobre uno de los derechos fundamentales tanto en los diversos instrumentos internacionales, como en nuestra Constitución Política, a propósito de los resultados arrojados por el Informe de las Pruebas PISA 2018, donde nuestro país quedó entre los 3 últimos lugares en el continente americano y en el No 71 de un total de 79 países, a nivel mundial.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, con 71 años de vigencia, señala que: ‘La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz'.
Los resultados de las pruebas PISA dejan ver los muy altos déficits con que cuentan nuestros estudiantes en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias. En el país, de cada 10 alumnos, más de 6 no entienden lo que leen; sólo 3 pueden sacar conclusiones a partir de diferentes fuentes de datos y realizar relaciones causales simples de un razonamiento; y sólo 2 puede realizar un cálculo simple. Y los porcentajes de jóvenes de 15 años que no cumplen los parámetros mínimos, aumentan en zonas indígenas, lo que demuestra que la situación socioeconómica incide decisivamente en estas cifras.
Los proyectos insignia de los diversos gobiernos en materia educativa, ya sea de ‘descentralización', beca universal, Panamá Bilingüe y otros, no demostraron ser más que medidas propagandísticas de los regímenes de turno, detrás de los cuales se estructuró una enorme burocracia clientelista y grandes negociados, fortaleciendo, de hecho, a la oferta privada educativa.
No podemos seguir viviendo de una política educativa de fachada. Debemos hacer transformaciones profundas, despolitizando absolutamente el sistema, atendiendo las necesidades de formación integral tanto de docentes como de discentes, promoviendo y respetando una sólida carrera docente, asegurando contenidos curriculares acordes con los requerimientos de desarrollo nacional, asegurando el 6% del PIB que mandata la Ley Orgánica; en fin, cumpliendo con este derecho, del cual nos habla la Declaración Universal y demás convenios internacionales, pues, como dijo Mandela, la educación es ‘el arma más poderosa para cambiar el mundo'.
ANAYANSI TURNER
ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA

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