¿Y EL SALARIO MÍNIMO DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS?

¿Y el salario mínimo de los 

servidores públicos?


El Siglo, martes 7 de enero de 2020 

El salario o sueldo mínimo está garantizado por la Constitución Política 
El salario o sueldo mínimo está garantizado por la Constitución Política a toda persona que esté al servicio tanto del sector estatal como del privado. Asimismo, la Carta Magna establece el ajuste periódico del mismo a ambas categorías de trabajadores, de manera que cubra ‘las necesidades normales de su familia' y mejore ‘su nivel de vida, según las condiciones particulares de cada región y de cada actividad económica'.
Sin embargo, los trabajadores dentro del ámbito particular han sido objeto de una mayor protección por parte de la legislación nacional, al punto que en este aspecto, el Código de Trabajo señala que el ajuste periódico debe hacerse cada dos años; mientras que en el Estado, no se ha establecido término para este ajuste periódico, lo cual redunda en perjuicio del servidor público. Amén de que las demandas de inconstitucionalidad de los Decretos Ejecutivos que aumentan salario mínimo sólo al sector privado, por discriminación e incumplimiento del artículo 66 constitucional, no han prosperado en la Corte Suprema de Justicia.
El último aumento salarial percibido por los servidores públicos fue en diciembre de 2016, ajustándose en un 17% y quedando el salario mínimo en B/ 600 por mes, siendo el actualmente vigente. Sin embargo, hubo largos períodos donde los mismos no percibieron aumento alguno: desde el aumento a B/ 200 mensuales durante el gobierno de Endara (1990), no hubo aumento hasta el 2006 con el gobierno de Martín Torrijos, año en que se igualó con el salario mínimo del sector privado, en B/ 284.96.
El ajuste decretado el último día del año pasado a favor de los trabajadores de la empresa privada resultó irrisorio (promedio de 3.3% de incremento) y el más bajo de los últimos años (en la mayoría de las actividades económicas no supera los 5 centavos por hora), sin poder compensar el costo de la canasta básica familiar.
Pero, también resulta preocupante el sector estatal, desprotegido legalmente y donde el salario mínimo se mantiene estancado y a expensas del favor político del gobierno de turno. En este aspecto, no es excusa alegar el ‘desastre' en que se encontraron las finanzas públicas, cuando se destinan jugosos salarios a parientes y copartidarios en las altas jerarquías de los puestos gubernamentales y se mantienen privilegios a ciertos estamentos, como la Policía, en la cual un simple agente devenga B/ 850.
ANAYANSI TURNER
ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA

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