8 de marzo: El trabajo de cuidados sigue recayendo en la mujer

 

El trabajo de cuidados sigue recayendo en la mujer





El Siglo, martes 9 de marzo de 2021 

Urge que haya un reconocimiento explícito de los cuidados como un derecho, donde el Estado se obligue a brindar estos servicios

Se ha dicho persistentemente que la pobreza tiene cara de mujer, en tanto de cada 10 personas pobres en el mundo, 7 son mujeres.  En tiempos del covid-19 podemos afirmar que la pandemia también tiene rostro de mujer, pues no sólo se ha incrementado la brecha salarial entre los géneros, sino también el desempleo, la informalidad y la violencia doméstica, los cuales están afectando más a las mujeres, ahora en situación de confinamiento en sus hogares y cargando con la atención de la niñez y adolescencia, adultos mayores, enfermos y personas con discapacidad.

El trabajo de cuidados, que tiene que ver con la satisfacción de las necesidades básicas de la reproducción de las personas (labores de limpieza, preparación y compra de alimentos, atención de individuos  ya sea por su edad, condición o capacidad), está a cargo fundamentalmente de la mujer, es subestimado en la sociedad y, por lo general, no es remunerado.  Sin embargo es considerado el “motor oculto” que mantiene en funcionamiento las economías de los países, a tal punto que ONU-Mujeres calcula que las tareas domésticas –aunque no son contabilizadas- pudieran representar entre el 10 al 39% del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel mundial, pesando más que la industria manufacturera y el comercio.

Al respecto, Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, ha dicho: “Si la economía formal funciona es solo porque está subvencionada por el trabajo de cuidados no remunerado que realizan las mujeres” (LEP, 5/3/21).  De esta manera, las mujeres y niñas están a cargo de las ¾ partes del trabajo de cuidados no remunerado en el globo y de las 2/3 partes del remunerado, con el agravante de que implica reducir su jornada de trabajo o renunciar a su empleo o no acceder a él, o afectarse en su escolaridad.

En Panamá, el CIEPS calculó en 70.6% el trabajo del cuidado de enfermos, ancianos y niños a cargo de las mujeres (Encuesta CIEPS de Ciudadanía y Derechos, 2019).

Urge que haya un reconocimiento explícito de los cuidados como un derecho, donde el Estado se obligue a brindar estos servicios, haya un mayor compromiso de los varones con estas tareas y se brinde una protección social adecuada a cuidadoras y trabajadoras domésticas, tal como acontece en el Uruguay, con su Ley de Cuidados.


ANAYANSI TURNER

Abogada y docente universitaria

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