Huelga de hambre de la Coordinadora Victoriano Lorenzo



 

Huelga de hambre de la Coordinadora Victoriano Lorenzo



El Siglo, martes 31 de mayo de 2022 

La CVL y quienes hoy ponen en riesgo su salud y su vida requieren del respaldo decidido de la población en general y la atención prioritaria por parte del gobierno para darle solución a tan acuciante problema.

Desde el pasado 26 de mayo, la Coordinadora Victoriano Lorenzo (CVL) lleva a cabo una huelga de hambre indefinida, en la Plaza Catedral, frente a la Presidencia, con la finalidad de que el gobierno cumpla sus promesas en torno a garantizar vivienda digna a quienes más lo necesitan. 

Desde hace 7 años, esta Coordinadora viene dialogando con diversas instituciones gubernamentales, para obtener la legalización de las tierras ocupadas por las comunidades y obtener los títulos de propiedad.  El gobierno se había comprometido a la suspensión de los desalojos en los Juzgados de Paz, sin embargo, éstos continúan realizándolos contra las personas más necesitadas y sin que haya ninguna solución de vivienda.  La indignación llegó a su más alto nivel cuando las autoridades del MIVIOT les manifestaron el mismo 26 de mayo, que no podían hacer nada para impedir los desalojos.

Y es que los Jueces de Paz vienen expulsando ilegalmente a  numerosas familias de comunidades de las provincias de Panamá y Panamá Oeste, con el auxilio de la Policía, mediante retroexcavadoras que arrasan viviendas y destruyen enseres domésticos, dejándoles literalmente en la calle.

La Constitución obliga al Estado a establecer una política nacional de vivienda que garantice este derecho social a toda la población, especialmente a los sectores de menor ingreso (artículo 117).  Y el desalojo forzoso está prohibido por el derecho internacional de los derechos humanos.  Es definido por el Comité de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de la ONU como: “el hecho de hacer salir a personas, familias y/o comunidades de los hogares y/o las tierras que ocupan, en forma permanente o provisional, sin ofrecerles medios apropiados de protección legal o de otra índole ni permitirles su acceso a ellos”.

Datos del MIVIOT, bastante conservadores, dan cuenta de un déficit habitacional  de 200,000 viviendas, afectando mayormente a los sectores de mayor pobreza multidimensional, por lo cual se ven compelidos a realizar invasiones de tierras públicas o privadas que se mantienen ociosas, para solucionar su necesidad de vivienda.   La misma fuente habla de la existencia de 395 asentamientos informales en todo el país, representando a 53,479 familias (La Estrella de Panamá, 25/x/20).

La CVL y quienes hoy ponen en riesgo su salud y su vida requieren del respaldo decidido de la población en general y la atención prioritaria por parte del gobierno para darle solución a tan acuciante problema.

Anayansi Turner

Abogada y docente universitaria

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