La chispa que incendió la pradera: el Partido Nacional Feminista

 

La chispa que incendió la pradera: 

el Partido Nacional Feminista  

El Siglo, martes 19 de septiembre de 2023 

Anayansi Turner, abogada y docente universitaria

A cien años de haberse celebrado el Congreso Nacional Feminista, la lucha aún prosigue.

“El Congreso Nacional Feminista acuerda: Fúndase en Panamá una concentración democrática de mujeres, bajo la denominación de Partido Nacional Feminista (PNF), con el fin de luchar de manera eficaz, por la defensa de los intereses femeninos, y de intervenir en todos los actos de la democracia nacional, de conformidad con la Constitución y el Programa de dicho Partido”.  Así reza el Acuerdo No 1 de dicho Congreso adoptado el 20 de septiembre de 1923, hace 100 años.

El mencionado Congreso sesionó en la ciudad de Panamá, del 20 al 25 de septiembre de 1923, con 44 delegadas de casi todo el país, sobre la base del trabajo organizativo del Centro Feminista Renovación, fundado 9 meses antes  y dirigido por Clara González.

Este Centro proclamó “la total emancipación de la mujer”, incluyendo la igualdad política con el hombre, en su primer Manifiesto.  Presentó un Proyecto de Ley Venero sobre el voto femenino ante la Asamblea, que no prosperó.   Hizo giras nacionales, constituyendo directorios provinciales de cara a crear el Partido.  Su Directiva estaba conformada por Clara González, como Presidenta; Elida de Crespo, primera Vicepresidenta; Sara Sotillo, segunda Vicepresidenta; Sara Barrera, Secretaria; y Enriqueta Morales, Tesorera.

El PNF, en palabras de Clara, tenía como fin: “luchar con ahínco por la regeneración social de la mujer, su emancipación política, propender a su perfeccionamiento moral, y echar por tierra su dependencia económica”.  El Directorio del PNF quedó integrado así: Clara González, Presidenta; Zoraida de Schtronn, como Vicepresidenta; y Elena Tejada, Julia Palau de Gámez y Benilda Zamora, como vocales.

El Programa del Partido planteaba reivindicaciones para las mujeres como las siguientes: creación de talleres-escuelas, reforma de programas educativos, cárceles especiales, leyes protectoras incluyendo remoción de incapacidades legales, derechos políticos, mejores condiciones de trabajo.  Obtuvo su personería jurídica mediante la Resolución No 185 de 1924 de la Secretaría de Gobierno y Justicia.

El PNF obtiene la derogación de normas discriminatorias hacia la mujer existentes en los Códigos civil, comercial y judicial; funda la Escuela de Cultura Femenina, primera escuela para adultos, que funcionó hasta 1930; presenta mociones ante la cámara legislativa, en pro del sufragio femenino en 1926, 1932 y 1936, con resultados infructuosos, pero, luego, como Unión Nacional de Mujeres, logra los derechos políticos para la mujer en las elecciones a Constituyentes en 1945 y en la Constitución de 1946.

En 1975, Clara González señaló: “La lucha de las feministas de Panamá conserva aún su vigencia, pues a pesar de la igualdad de derechos legalmente ganada, en el terreno de la verdadera emancipación femenina hay mucho que andar”.  48 años después sus palabras tienen plena actualidad.   La lucha aún prosigue.


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