La diputada juvenil y la brecha de género
La diputada juvenil y la brecha de género
¡Que el caso de la diputada juvenil nos lleve a reflexionar sobre la urgente necesidad de cerrar esta brecha de género!
Lo acaecido a la diputada juvenil de Panamá Oeste, participante del programa Asamblea Juvenil 2023, recientemente, deja al descubierto la brecha de género que impide que niñas y jóvenes de alto desempeño académico y dotadas de liderazgo en su grupo etáreo puedan alcanzar sus metas personales, así como contribuir al desarrollo del país, por la discriminación y violencia a que nos vemos expuesta las mujeres en general.
Los 142 diputados juveniles principales y suplentes representativos de todas las provincias y comarcas se sometieron al escrutinio de 119,000 estudiantes pertenecientes a 223 colegios oficiales y particulares. Sin embargo, penden acusaciones sobre abuso sexual hacia la joven, las cuales deben ser investigadas por el Ministerio Público hasta las últimas consecuencias, tal como es el reclamo ciudadano de la población; así como también queda empañada la reputación de las entidades oficiales organizadoras.
De acuerdo al ‘Diagnóstico de género sobre la educación de las mujeres en Panamá', de Eugenia Rodríguez y otras (Revista Anual Acción y Reflexión Educativa No 45, enero 2020), hombres y mujeres tienen casi los mismos niveles de alfabetización y de participación en la educación primaria y media; mientras que en la educación superior, las mujeres representan el 60% del total de la matrícula en las licenciaturas y el 65% del total de egresados de las mismas.
Sin embargo, el androcentrismo, estereotipos y roles asignados socialmente a la mujer como el trabajo de cuidados inciden permanentemente en la desigualdad de género, llevando a que el analfabetismo y deserción escolar de las féminas sea mayor en las comarcas indígenas; que los estudios universitarios de máximo nivel (doctorados) sean alcanzados por los varones en un 60% y en las ciencias duras (que se proyectan con mayor campo laboral en la presente era digital) en un 65%, a diferencia de las mujeres, con un 40 y 35%, respectivamente.
En cuanto al acceso al empleo, la tasa de actividad de las mujeres es del 47% a diferencia de los varones que es del 74%; y el desempleo y la informalidad afecta mucho más a las mujeres que a los hombres. Ni hablar de la participación en la política, por parte de la mujeres que apenas alcanza al 20%; y el incremento de los casos de violencia de todo tipo contra las mujeres, que deja secuelas de por vida.
¡Que el caso de la diputada juvenil nos lleve a reflexionar sobre la urgente necesidad de cerrar esta brecha de género: sin mujeres no hay democracia ni desarrollo político, económico y social!
ABOGADA Y CATEDRÁTICA EN UP
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