La COP 28 y la responsabilidad del 10% más rico
La COP 28 y la responsabilidad del 10% más rico
El Siglo. martes 19 de diciembre de 2023
Del 30 de noviembre al 13 de diciembre se realizó la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
Del 30 de noviembre al 13 de diciembre se realizó la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en su 28º edición (COP 28), en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Las organizaciones ambientalistas guardaron un escepticismo sobre los resultados en vista de que los países y empresas petroleras fueron los que estuvieron al frente de las negociaciones de la COP 28. Esto se vio evidenciado en la resistencia a que se consagrara el término “eliminación” de las energías fósiles, y el planteamiento de que fuese sustituido por “reducción” en el documento concluyente. Aunque finalmente se adoptó la decisión de “dejar atrás los combustibles fósiles” y lograr un balance neutro de gases de efecto invernadero para el 2050. Se insta a los países a triplicar la capacidad de energía renovable y duplicar la eficiencia energética para el 2030. Se estableció un Fondo de Pérdidas y Daños, alcanzando un aporte inicial de $12,800 millones, cuando se calcula que se requieren $200,000 millones por año.
El Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (OXFAM) señaló en un Informe (“Equidad Climática: un planeta para el 99%”) dado a conocer en el marco de la COP 28, que el 1% de los super ricos en el mundo producen iguales niveles de dióxido de carbono (CO2) que el 66% de la población más vulnerable, es decir, 5,000 millones de personas. Asimismo, el 10% de la población más acaudalada fue responsable en el 2019 de cerca del 50% de las emisiones de CO2. “Las emisiones de los más ricos están llevando al planeta hacia la catástrofe”, indicó. (La Estrella de Panamá, 30/11/23).
Lo anterior nos lleva a demandar la responsabilidad de este 10% más adinerado en la contaminación hemisférica debido al carbono que genera producto de su lujoso estilo de vida (aviones privados, yates, etc.), de sus empresas altamente contaminantes y de su control de la economía, política y medios de comunicación que se resisten a dejar atrás los combustibles fósiles.
Ya el presidente colombiano, Gustavo Petro, había apuntado correctamente que “Gaza es el ensayo del futuro climático” y que la “barbarie que hoy se ve en Palestina, es la que le espera al Sur si los portadores de la riqueza del norte intensiva en consumo de carbono no permiten apagar las chimeneas emisoras” (la Estrella de Panamá, 2/12/23).
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