De golpes de Estado y presupuestos
De golpes de Estado y presupuestos
La facultad de elaborar el presupuesto del Estado corresponde al Ejecutivo; y la de aprobarlo, al Legislativo, pero...
La prioridad en el pago a la deuda pública (que por demás se utiliza para pagar los déficits fiscales) por encima de las necesidades más acuciantes a la población queda firmemente plasmada en el texto constitucional de 1972 y, de esta manera, el servicio de la misma significa casi el 20% del presupuesto del Estado 2024, del cual la mitad va al pago de intereses. Y la totalidad de la deuda se ha incrementado durante el gobierno de Cortizo en más de B/ 19 mil millones, es decir, un 72% con respecto al año 2019.
Un gran malestar social ocasiona saber que ese incremento se ha dado en función del aumento desproporcionado de la planilla estatal, el sostenimiento económico de la descentralización paralela, el financiamiento de la próxima campaña política, en fin, de la corrupción y el clientelismo.
En cuanto a las inversiones públicas, el MEF se vanagloria en señalar que el 21% del presupuesto corresponde a obras, sin embargo, llama la atención que en cuanto a la construcción del nuevo Oncológico sólo se contempla el financiamiento de su fase inicial que consiste en la elaboración de los planos.
El recorte en B/2,000 millones del presupuesto planteado inicialmente por el Ejecutivo es ilusorio porque se hacen modificaciones al presupuesto sobre la marcha, llámense traslado de partidas o créditos adicionales que puede realizar la omnímoda Comisión de Presupuesto de la Asamblea en el transcurso del año, lo cual implica que el presupuesto real aumenta considerablemente (Ejemplo: el presupuesto de la Asamblea 2023 modificado implicó un aumento en un 26%).
Entendemos, entonces, el poder real que se desprende de las declaraciones del Presidente de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea y a la vez Presidente del partido gobernante: “El golpe de Estado, señores, ustedes saben quién sabe hacerlo…que no nos provoquen”.
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