El hambre como arma de guerra

 

        El hambre como arma de guerra



El Siglo, martes 30 de enero de 2024 
Anayansi Turner, abogada y catedrática universitaria

"Cuando una Nación es destruida se destruye una parte sustancial de la humanidad", Raphael Lemkin.  

Las grandes potencias siempre encuentran la manera de darle la vuelta a las decisiones trascendentales que se adoptan en su contra, tal es el caso de Israel con respecto a las medidas provisionales adoptadas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el 26 de enero pasado, para que prevenga y no cometa actos de genocidio.

El mismo día de esta decisión, Israel acusó a 12 empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA ) de estar involucrados en los ataques de Hamás del 7 de octubre, lo que provocó que 9 Estados (6 europeos, EU, Australia y Canadá) le retiraran el financiamiento a esta entidad, a pesar de que la misma inició la investigación y retiró a los acusados de sus puestos. El resultado: afectar a 2 millones de civiles de Gaza (con una población de 2.4 millones) que reciben ayuda crítica diaria de este organismo dedicado a garantizar acceso a servicios sociales a refugiados palestinos.

Al respecto, Francesca Albanes, Relatora Especial de la ONU acerca de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, señaló: “Quitar los fondos a la UNRWA en este momento crítico desafía abiertamente la orden de CIJ de permitir una asistencia humanitaria eficaz para abordar las condiciones adversas de vida que enfrentan los palestinos en Gaza. Esto implicará responsabilidades legales o la desaparición del sistema legal internacional” (Newsletter, Embajada de Palestina en Uruguay, 28/1/24).

Paralelamente los representantes gubernamentales israelíes se reúnen para planificar “el día después”, que involucra el desplazamiento forzado de los gazatíes ya sea a una isla, a Sinaí o a otros países, y a través de la expansión de los asentamientos legales israelíes en Gaza, es decir, la materialización de la limpieza étnica.​

Amén de la hambruna generalizada, que afecta a más del 90% de la población de Gaza, producto de la guerra y del bloqueo israelí a la ayuda humanitaria, la cual se acentuará con el desfinanciamiento de UNRWA, que ya declaró que con esta nueva realidad sólo podrá estar hasta fines de febrero en Gaza.  (De este 90%, más del 40% está en estado de emergencia -fase 4- y más del 15% en situación de catástrofe, la última fase de la escala de la Clasificación integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria). 

Ya había dicho Omar Shakir, directivo de Human Rights Watch (HRW), que esta política es “impulsada o respaldada por altos funcionarios israelíes y refleja la intención de matar de hambre a los civiles como método de guerra” (El Tiempo, 18/12/23). El sometimiento intencional a condiciones de existencia que puedan acarrear la destrucción física de un grupo nacional, étnico, racial o religioso también es genocidio a la luz de la Convención contra este crimen internacional.  Y los países que restan la cooperación económica a UNRWA son cómplices de este delito.

Raphael Lemkin, quien acuñó el término “genocidio” y batalló para la aprobación de esta Convención en 1948 señaló: “Cuando una Nación es destruida se destruye una parte sustancial de la humanidad, con toda una herencia espiritual que la humanidad comparte” (BBC News, 2/12/23).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Acoso sexual en la UP

Elecciones: entre el clientelismo y la libre postulación

La abogacía y el examen profesional