El tema de la corrupción en la Mesa del Diálogo
El tema de la corrupción en la mesa del diálogo
En relación a la "Comisión Nacional Ciudadana para la Lucha contra la Corrupción" aprobada en la Mesa del Diálogo de Penonomé
En relación a la discusión del 7º punto de la Agenda de la Mesa Única del Diálogo de Penonomé, relativo a la corrupción y la transparencia, se aprobó la creación de una ‘Comisión Nacional Ciudadana para la Lucha contra la Corrupción', luego de que las tres Alianzas de organizaciones sociales allí representadas presentaran una propuesta de 32 puntos, que fueron rechazados por el gobierno por considerarlos inviables.
Se acordó que dicha Comisión estaría integrada por dos representantes de cada Alianza participante de la Mesa del Diálogo, con la participación de los técnicos requeridos y dirigida por la directora de ANTAI, comisión que discutiría los 32 puntos de la propuesta ya mencionada.
Es una lástima que ambas partes hayan perdido la oportunidad de atacar los problemas de fondo inherentes a la corrupción, a través de una Asamblea Constituyente originaria, la creación de una Comisión de la Verdad sobre la corrupción en el país y la constitución de un Consejo de Auditoría Social, que era lo medular de la propuesta de 32 puntos, y se haya diluido el tema en una comisión burocrática sin mayor definición de funciones.
La corrupción es un problema endémico y sólo es posible combatirla con cambios estructurales plasmados en una nueva Constitución, que cambie las reglas electorales, permita una mayor participación ciudadana en las instituciones de control del Estado, descentralice el poder político, dote de independencia real al Judicial y fortalezca los derechos humanos.
El Centro Cyrus Vance para la Justicia Internacional en una medición sobre la corrupción en Latinoamérica en el 2020, dio a Panamá un puntaje de 3.97 en una escala de 10, siendo la segunda peor calificación entre 8 países, sólo superada por Guatemala, Dicho Centro señaló que el país cuenta con un marco jurídico insuficiente y hay una falta de aplicación de las leyes; sin acceso a mecanismos de denuncia y protección de los denunciantes; y con una justicia débil que cuenta con una independencia afectada (La Prensa, 18/5/21).
La corrupción ocasiona enormes pérdidas económicas, sacrificando recursos que pudieron haberse destinado al desarrollo social; además de afianzar la desigualdad. Su normalización conduce a la impunidad, creando un ambiente permisivo y de deterioro de la moral pública y de la democracia, afectando el Estado de Derecho y fomentando el enquistamiento en el poder de élites económicas y políticas y hasta de grupos gansteriles.
Sospecho que en la contraparte al Gobierno también hay quienes prefieren el "mejor no meneallo" cervantino.
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